Me llamo Victoria Carmona y tengo 83 años. Hace más de cuatro décadas abrí mi joyería, inspirada por los viajes que marcaron mi vida.
En París descubrí la delicadeza de los diamantes tallados a mano, en Italia aprendí la pasión por el oro trabajado con paciencia, y en México me dejé llevar por el color y la fuerza de las piedras naturales.
Cada joya que elegí o diseñé guarda un pedazo de esas experiencias y también de mi propia historia. Nunca fueron simples accesorios: siempre quise que cada persona que llevara una pieza mía sintiera que tenía algo único, con alma y significado.
Hoy, a mis 83 años, ha llegado el momento de cerrar mi joyería. Pero antes quiero cumplir un último deseo: que cada una de estas joyas encuentre un nuevo hogar, que sigan brillando y contando historias en nuevas manos.
Por eso, he decidido realizar una liquidación final con hasta 80% de descuento en todas mis piezas.
No es solo una oportunidad, es mi manera de compartir contigo el legado de toda una vida.